Venta del Campo Sacha: Organizaciones rechazan concesión directa y exigen protección de recursos nacionales

La entrega del Campo Sacha, uno de los activos más valiosos de Ecuador, ha encendido una fuerte oposición entre los colectivos sociales y organizaciones como la Asociación Nacional de Trabajadores de las Empresas Públicas (ANTEP). Esta concesión directa, sin licitación pública, a un consorcio liderado por una empresa china, es vista como un acto de traición a los intereses nacionales.
Ubicado en la provincia amazónica de Orellana, el Campo Sacha ha sido un pilar de la producción petrolera del país desde su inauguración en 1972, con una capacidad de producción de 77.000 barriles diarios, lo que representa el 16% de la producción nacional. Además, este crudo tipo Oriente, con 28 grados API, es de alta calidad, lo que lo convierte en una de las joyas del sector petrolero ecuatoriano.
Sin embargo, la propuesta del gobierno de Daniel Noboa de concesionar este campo a un consorcio integrado por la empresa china Sinopec y la canadiense New Estratus de Energy ha generado preocupación. Según la ANTEP, esta decisión podría causar pérdidas superiores a $1.000 millones en los próximos 20 años, una cifra alarmante considerando que Ecuador podría perder control sobre uno de sus recursos más estratégicos.
Lo más controvertido de la propuesta es el pago anticipado de USD 1.500 millones que se ofrece al Estado ecuatoriano, a cambio de entregar el control del Campo Sacha. Este pago inicial a favor del gobierno ecuatoriano no garantiza que los beneficios a largo plazo para el país sean favorables, ya que el consorcio se quedaría con el 20% de la producción de petróleo, mientras que el 80% sería destinado al Estado. Expertos advierten que esta medida no solo representa una cesión de la soberanía energética, sino que puede resultar en una pérdida significativa de ingresos a largo plazo para el país.
El consorcio, que propone asumir la operación del campo bajo un contrato de participación de 20 años, reconoce a favor del Estado el 80% de la producción total de petróleo de Sacha, pero retendría el 20% para sí mismo. Sin embargo, los expertos señalan que este acuerdo no solo afecta la soberanía energética de Ecuador, sino que reduce significativamente los beneficios económicos para el país.
Ante esta situación, los colectivos y organizaciones exigen que se detenga la concesión directa del Campo Sacha y que, en su lugar, se realice una licitación internacional para determinar si esta es realmente la mejor opción económica para el país. El Grupo de Transformación Energética, que agrupa a expertos en el sector, señala que la concesión sin licitación pública no garantiza el mejor interés para los ecuatorianos.
La venta del Campo Sacha, un recurso vital para el país, no solo pone en riesgo el futuro económico de Ecuador, sino que representa un peligro para el patrimonio nacional. Los colectivos y trabajadores del sector petrolero hacen un llamado a la unidad para defender este importante recurso y evitar que se entregue a intereses extranjeros sin garantías claras para el país.
No comments