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El 27 de febrero se conmemora los 85 años de la muerte Nadezhda Konstantínovna Krúpskaya. Quien después de la Revolución Rusa se convirtió en la arquitecta del sistema bibliotecario soviético y fue una de las destacadas constructoras del nuevo sistema educativo socialista.

En el periodo pre revolucionario Krúpskaya jugó un rol importante en la acción de difusión de las ideas revolucionarias, fue parte de la redacción de la prensa revolucionaria y formó parte de varios círculos marxistas.

Después de la revolución rusa de octubre de 1917 jugó un papel fundamental en la construcción de la nueva sociedad, germinando una nueva educación. Por lo que desde 1927 fue miembro honorario de la Academia de Ciencias de la URSS, en 1929 subcomisario popular de educación, en 1936 se le otorgó el grado de Doctor en Ciencias Pedagógicas. Krupskaya se dedicó principalmente a dirigir el parlamento extraescolar como comisariado de educación del pueblo, dirigir la sección científica y pedagógica de la GUS, fue supervisora de revistas pedagógicas, desarrolló la teoría pedagógica.

Krúpskaya dio importantes contribuciones en el proceso de educación, adoptó a la pedagogía como la ciencia en acción. Esta pedagogía defiende la educación politécnica y la educación laboral de niñas, niños y jóvenes. Los infantes requiere educación integral desde la escuela, es decir tomar de la ciencia lo esencial y relevante y aplicarlo inmediatamente en el desarrollo de la vida.

Hace una discusión de la educación escolar en el periodo prerrevolucionario, autora de múltiples publicaciones, girando alrededor de las ideas de la escuela gratuita y escuela de trabajo de que ella establece las bases de la educación socialista, que contribuye a la construcción y sedimentación de la Unión Soviética contra los países imperialistas, generan la educación libertadora para la clase trabajadora y un instrumento de la lucha de clases.

Krupskaya dio importancia a la creación de las bibliotecas y la lectura, consideraba que el buen funcionamiento de una biblioteca apoyaba la atención de los lectores y que solo algunos de los escritos deberían de tener acceso a los niños y niñas. Produjo más de 40 publicaciones, fue editora de la revista “Hacia una vida nueva”, su larga trayectoria publicando llegó a más de 3000 libros, folletos, artículos, críticas, entre otros documentos, en 1929 se le otorgó la bandera roja del trabajo y la orden de Lenin.

Krupskaya junto a Pokrovsky y Lepshinsky enunciaron los “Principios fundamentales de la Escuela única” que más adelante dio lugar a la “Declaración sobre la escuela única de trabajo” que contienen los principios de la escuela socialista con el fin de formar a los obreros, al conocimiento universal de la realidad, amplio desarrollo de la capacidad para trabajar aprobados en setiembre de 1918.

La nueva escuela que planteaba Krupskaya se puede traducir en la educación omnilateral para niñas, niños y jóvenes, este modelo educativo inicia en contra de la educación burguesa, basada en ideas de Marx, Engels y Lenin. Propone desarrollar las potencialidades humanas sin límite en contenido y forma, pasando sobre la convivencia de géneros y gratuidad de enseñanza y busca evitar hacer un rebaño de los estudiantes.

El pensamiento omnilateral no percibe el trabajo como principio educativo, sino que piensa al trabajo en su planificación, ejecución y aprender como lo que diferencia al ser humano del animal, además se aleja del capitalismo que solo reduce el trabajo a la dimensión productiva que solo enriquece a los dueños del sistema.

El sujeto no nace preparado, siempre aprende y este desarrollo lo hace humano, por lo tanto, el origen de la educación coincide con el origen del ser humano. Donde no existe dominación de clase y depende de la supervivencia humana y el enseñar se aboca esencialmente al trabajo como su ser y su historia. La escuela debe reflejar el modelo de la sociedad y debe ser implementada por la acción directa del Estado con acceso a la cultura, conocimientos de arte, ciencia y construcción del comunismo.

La pedagogía soviética resalta a los profesores N.K. Krupskaya y A. S. Makarenko como los profesores que fundamentaron y apoyaron con su práctica los principios de la educación comunista. La nueva sociedad se debe basar en ideas creativas, voluntarias y trabajo placentero, donde cada trabajador y trabajadora elige en lo que quiere trabajar y decide hasta cuándo y desde cuando hacerlo.

Sus importantes contribuciones en la educación hizo que La Universidad Regional Estatal de Moscú – MGOU / MRSU, desde 1991, lleva el nombre de N.K. Krupskaya, así como el Instituto Pedagógico de Moscú desde el 2002
Nadezhda Krúpskaya se convierte en un referente, en una maestra revolucionaria que vio a la educación y la pedagogía como instrumentos fundamentales en la nueva sociedad, para construir y formar a los nuevos seres humanos.

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