El aumento del IVA del 12% al 15%, que representó un alza del 25%, ha tenido un impacto limitado en la recaudación fiscal, con un incremento del 9.8% después de varios meses. Esta cifra refuerza las preocupaciones de quienes se opusieron a la medida, advirtiendo que, en medio de la actual crisis económica, un aumento del IVA solo agravaría la contracción del consumo en el país.

En paralelo, la recaudación del Impuesto a la Renta creció un 9.7%, principalmente gracias a las autoretenciones y la remisión de intereses y multas, que aportaron USD 562 millones. No obstante, esta mejora ha sido insuficiente para aliviar la situación fiscal de Ecuador, que se mantiene con un déficit similar al registrado durante el gobierno de Guillermo Lasso. Mientras tanto, grandes empresarios continúan disfrutando de ventajas tributarias adicionales.

La situación se complica aún más debido a las expectativas negativas en torno a los ingresos petroleros, afectadas por una reducción en la producción, problemas en las refinerías y una comercialización y transporte petrolero marcados por la corrupción. Un estudio del Banco Central anticipa que el déficit fiscal del país podría alcanzar los USD 4809 millones a fin de año, lo que equivale a más del 4% del PIB. Este pronóstico no incluye el impacto adicional que la inseguridad y la actividad de grupos delictivos podrían tener en la economía, obligando al cierre de numerosos negocios.

Además, los proveedores del Estado enfrentan una deuda acumulada de aproximadamente USD 4300 millones, y los costos energéticos podrían aumentar en USD 1000 millones debido al estiaje, dependiendo de las condiciones en las que se negocie el precio del kilovatio hora (Kwh). En medio de esta situación, la administración del presidente Daniel Noboa se ve obligada a considerar nuevas deudas y la posible privatización de bienes estatales, así como la concesión de campos petroleros en condiciones que podrían no ser favorables para el país.

La combinación de estos factores mantiene a Ecuador en una situación económica crítica, mientras las autoridades buscan soluciones para mitigar los efectos de un déficit fiscal que amenaza con seguir creciendo en los próximos meses.