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El Presidente Noboa insiste en focalizar subsidios a gasolinas Extra y Ecopaís

El Presidente Daniel Noboa continúa defendiendo la necesidad de focalizar el gasto estatal en los subsidios a las gasolinas de bajo octanaje, específicamente las gasolinas de 85 octanos: Extra y Ecopaís, utilizadas predominantemente en el sector automotor. En declaraciones recientes, Noboa afirmó que mantendrá los subsidios al diésel para el sector automotor y al gas licuado de petróleo (GLP) para uso doméstico.

«Son gasolinas de bajo octanaje y con un porcentaje de bajo consumo. Eso sí, deberíamos ir eliminando (el subsidio) poco a poco, y a los grupos que no lo necesitan», señaló el mandatario. Según Noboa, la eliminación gradual y focalizada del subsidio permitiría un uso más eficiente de los recursos estatales, evitando beneficiar a aquellos que no requieren de este apoyo económico.

Actualmente, el costo real de la gasolina Extra en Ecuador es de USD 3,04 por galón. Sin embargo, debido al subsidio estatal, los consumidores pagan un precio fijo de USD 2,46 por galón, incluyendo un Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 15%, establecido desde abril de 2024. Esto implica que el Estado asume un subsidio de USD 0,58 por galón para la gasolina Extra, que se comercializa en 13 provincias de la Sierra y de la Amazonía, según datos de Petroecuador vigentes para el período del 12 de mayo al 11 de junio de 2024.

El precio de estas gasolinas está regulado por Decreto, lo que significa que no fluctúa conforme a los precios del petróleo en el mercado internacional. Esta política ha sido crucial para mantener la estabilidad de precios, aunque ha generado un considerable gasto estatal.

La eliminación del subsidio a las gasolinas Extra y Ecopaís podría tener varias repercusiones para los ecuatorianos.

  1. Aumento en el Costo de Vida: El incremento en el precio de las gasolinas de bajo octanaje podría traducirse en un aumento en los costos de transporte. Esto, a su vez, podría elevar los precios de bienes y servicios, afectando el poder adquisitivo de las familias, especialmente aquellas de ingresos medios y bajos.
  2. Presión sobre el Transporte Público: Si bien el diésel para el transporte público seguiría subsidiado, los vehículos que usan gasolina podrían ver un incremento en sus costos operativos. Esto podría llevar a un aumento en las tarifas del transporte público y privado.
  3. Desigualdad Social: La focalización de subsidios requiere una implementación precisa y transparente para asegurar que solo los sectores más necesitados se beneficien. Sin una gestión adecuada, existe el riesgo de que la eliminación del subsidio perjudique a grupos vulnerables que dependen de estos combustibles.
  4. Impacto en la Economía Local: En las provincias de la Sierra y la Amazonía, donde la gasolina Extra se comercializa extensamente, los aumentos en los precios del combustible podrían impactar negativamente en las economías locales, afectando desde el comercio hasta la agricultura y el turismo.

Ante estas medidas, diversos grupos sociales han demandado transparencia y progresividad en la focalización de los subsidios. Además, han solicitado acciones concretas para la reactivación productiva que puedan mitigar los impactos negativos en la economía y el bienestar social.

La focalización de los subsidios es un paso complejo que requiere una estrategia bien articulada para asegurar que los recursos se utilicen eficientemente sin desproteger a los sectores más vulnerables de la sociedad. El gobierno de Noboa se enfrenta a un desafío significativo al intentar equilibrar la necesidad de reducir el gasto estatal con la protección del bienestar económico de los ecuatorianos.

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