En lo que va del año, el Gobierno de Daniel Noboa ha desembolsado más de cinco millones de dólares en servicios de comunicación y difusión de mensajes, incluyendo campañas en plataformas como TikTok. Esta inversión, gestionada por la Subsecretaría General de Comunicación e Información de Gobierno de la Presidencia, busca posicionar las acciones políticas, obras y programas gubernamentales a nivel nacional e internacional.
El primer contrato, firmado el 26 de enero de 2024 con la compañía Mindshare del Ecuador C. Ltda., costó 2,5 millones de dólares más IVA, con el objetivo de garantizar la gobernabilidad y el derecho a la información, fortaleciendo así la participación ciudadana. Este servicio tuvo un plazo de ejecución de 90 días.Posteriormente, el 7 de mayo, se adjudicó un segundo contrato al consorcio CO-MA, integrado por Mabeca Corporation y Compra Inteligente (Cominon S.A.), también por un monto de 2,5 millones de dólares más IVA.
Este gasto significativo en comunicación ha generado controversia, ya que Ecuador enfrenta serios desafíos en otros sectores críticos. Por ejemplo, en la actual Proforma General del Estado, se recortaron 39 millones de dólares destinados a inversión educativa, limitando el mantenimiento de infraestructura a solo 58 instituciones en el régimen Costa. No hay recursos para reparaciones de planteles, reconstrucción de cerramientos, cambio de cubiertas, ventilación de espacios educativos, nuevo mobiliario escolar, ni para la rehabilitación de sistemas hidrosanitarios y eléctricos. Tampoco se destinan fondos para la reapertura de escuelas o colegios ni para la construcción de nuevos planteles.
Además, la millonaria deuda que el Ministerio de Salud y el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) mantienen con los miembros de la Asociación de Clínicas y Hospitales Privados del Ecuador (Achpe) pone a varias casas de salud al borde de la quiebra. La deuda asciende a 433 millones de dólares, de los cuales 239,7 millones corresponden al IESS y 139,5 millones al Ministerio de Salud. Esta situación ha llevado a una reducción significativa en las atenciones a los pacientes del IESS, con disminuciones que varían entre el 30% y el 75%, según la capacidad económica y operativa de cada clínica y hospital.
El enfoque en la difusión de mensajes gubernamentales, aunque importante para la transparencia y la información pública, parece desproporcionado frente a la necesidad de invertir en soluciones tangibles que mejoren la vida de los ecuatorianos. La prioridad debería estar en abordar las carencias estructurales y socioeconómicas del país, garantizando un desarrollo equitativo y sostenible para todos.