La Fiscalía ha revelado parte del expediente del caso Plaga, en el que se incluye información clave obtenida del computador del exvicepresidente Jorge Glas. Entre los documentos destacados se encuentra uno titulado «El momento llegó», un archivo que describe una estrategia detallada para destituir a la fiscal Diana Salazar. Según el contenido del documento, esta planificación comenzó al menos un año antes de que se presentara formalmente el juicio político contra Salazar en mayo de 2024.

El documento también revela que en mayo de 2023, Pamela Aguirre, asambleísta de la Revolución Ciudadana (RC), habría alcanzado un acuerdo con el entonces presidente de la Asamblea Nacional, Virgilio Saquicela. Este acuerdo buscaba asegurar una vicepresidencia y una vocalía en el Consejo de Administración Legislativa (CAL) para el correísmo, en un contexto marcado por el juicio político contra el expresidente Guillermo Lasso, que culminó en la muerte cruzada.

Otro hallazgo importante en el computador de Glas es una carta fechada en enero de 2023, titulada «Memoria para Jorge», aparentemente escrita por el propio Glas. En la misiva, se menciona el caso Sobornos 2012-2016, por el que Glas cumple una condena de ocho años. La carta describe conversaciones con asesores del Consejo de la Judicatura, quienes, según Glas, habrían ofrecido liderar un lobby con jueces para reducir su sentencia y permitir su liberación.

La defensa de Jorge Glas intentó bloquear la explotación de sus dispositivos electrónicos, presentando una solicitud ante la Sala Penal y de Crimen Organizado de la Corte Nacional de Justicia. Sin embargo, el 30 de abril de 2024, el juez Julio César Inga rechazó el pedido, permitiendo que la Fiscalía continuara con la extracción y análisis de la información contenida en un celular y una tablet pertenecientes a Glas.

Este no es el primer caso en el que se ha ordenado la explotación de dispositivos de Glas. En enero de 2024, la Policía Nacional realizó una audiencia reservada para mostrar información de un computador portátil incautado en la casa de Soledad Padilla, exasistente de Glas. Durante esta investigación, se revelaron conversaciones que vinculaban a Glas con un supuesto caso de peculado en la Prefectura de Pichincha, donde Padilla trabajaba mientras visitaba con frecuencia a Glas en prisión.