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Colombia resuelve vender energía a Ecuador pero con condiciones

Ecuador atraviesa una crisis energética sin precedentes. La sequía prolongada y la dependencia de una matriz hidroeléctrica cada vez más frágil han dejado a millones de personas en la oscuridad durante 12 horas diarias. En este contexto crítico, Colombia ha anunciado que podría reactivar las exportaciones de energía hacia Ecuador, un alivio temporal en medio de un panorama alarmante para la economía ecuatoriana y sus sectores productivos.

Esta decisión, que aún depende de la disponibilidad de energía excedente en Colombia. Aunque la reanudación de estas exportaciones representa una esperanza, el documento especifica que Colombia dará prioridad a su propia demanda nacional y solo venderá su energía sobrante si las lluvias aumentan los niveles de sus embalses. Cabe recordar que, a finales de septiembre, Colombia había interrumpido las exportaciones para enfrentar su propia sequía y limitar el uso de plantas térmicas, más costosas y contaminantes.

Para el gobierno de Gustavo Petro, esta medida es también un recordatorio de los desafíos ambientales y energéticos compartidos entre ambos países. Medios colombianos señalan que la mejora de los embalses en Colombia se debe a fuertes lluvias recientes, un respiro temporal en una región cada vez más afectada por las crisis climáticas.

Por otro lado, la ministra ecuatoriana de Energía, Inés Manzano, anunció la firma de un primer contrato para la compra de energía a Colombia. Sin embargo, la misma ministra dejó en claro que el acuerdo sigue en revisión, sin detalles concretos sobre el volumen o la continuidad de este suministro.

La dependencia ecuatoriana en la importación de energía expone la falta de una política sostenible para enfrentar el cambio climático y asegurar el abastecimiento eléctrico. Los sectores de izquierda han cuestionado la falta de inversión en alternativas de energía renovable, como la eólica y la solar, que podrían reducir la dependencia de un modelo obsoleto y centralizado. Esta crisis saca a la luz no solo una carencia de infraestructura sino también la incapacidad de la administración actual para anticiparse a fenómenos previsibles como la sequía.

Alejandro Castañeda, presidente de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras de Colombia, advirtió que el suministro hacia Ecuador estará condicionado al clima, lo cual deja al país en un estado de dependencia e inestabilidad. La izquierda ecuatoriana urge la implementación de una política energética independiente y descentralizada que contemple fuentes renovables y una red nacional de energía menos vulnerable a los embates climáticos, como medida urgente para evitar que el país vuelva a enfrentar una crisis de esta magnitud

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