Desde el 23 de septiembre, Ecuador enfrenta cortes de electricidad que se han extendido hasta diez horas diarias, afectando gravemente a varios sectores productivos, incluido el agrícola. El presidente de la Corporación de Industriales Arroceros del Ecuador (Corpcom), Juan Pablo Zúñiga, advirtió que esta crisis energética está impactando en la cosecha de verano, que representa el 60 % de la producción anual de arroz del país.

Retrasos en el proceso de secado del arroz

El proceso de secado del arroz, que normalmente toma 24 horas, se ha extendido hasta cuatro días debido a la falta de suministro eléctrico. Zúñiga señaló que muchas piladoras no cuentan con generadores propios, lo que ha causado graves retrasos en la recepción y procesamiento del grano. «Este problema está afectando los ingresos del sector, además de generar complicaciones para realizar pagos a proveedores de manera oportuna», expresó.

Impacto en el mercado colombiano

El corte de luz también amenaza las exportaciones de arroz hacia Colombia, un mercado clave para el sector arrocero ecuatoriano. Durante el primer semestre del año, Ecuador exportó 40.000 toneladas a Colombia, y se esperaba alcanzar las 30.000 toneladas adicionales en el segundo semestre. Sin embargo, Zúñiga advirtió que la prioridad en estos momentos es abastecer el mercado interno, lo que podría limitar las exportaciones debido a los problemas logísticos causados por la crisis energética.

Otros sectores agrícolas afectados

El impacto de los cortes de luz no se limita al arroz. Adriano Ubilla, presidente de la Asociación de Producción Agrícola de Ciclo Corto (Asopracort), indicó que productos como el maíz, la palma y el banano también están sufriendo retrasos en su procesamiento debido a la falta de energía. Los productores de estas áreas dependen de sistemas de riego eléctricos, lo que ha generado complicaciones adicionales en zonas como El Empalme, Palestina, Balzar y Babahoyo.

Pérdidas millonarias y esfuerzos del sector

Aunque todavía no se ha cuantificado el total de las pérdidas, Zúñiga estima que estas ascenderán a varios millones de dólares. El sector arrocero prevé realizar un análisis a mediados de octubre. A pesar de ello, las industrias medianas y grandes están haciendo esfuerzos para adquirir generadores que les permitan mantener la producción y atender las necesidades del mercado interno.

Con las perspectivas de exportación en riesgo, el sector agroindustrial ecuatoriano se enfrenta a un desafío sin precedentes mientras el país sigue lidiando con una crisis energética prolongada.