Welcome To Our Awesome Magazine WordPress Theme

Tasa de fecundidad a la baja en Ecuador

La tasa de fecundidad en Ecuador ha registrado una caída significativa en las últimas siete décadas, según reveló el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) en su informe de Estimaciones y Proyecciones de la Población del Ecuador, presentado el pasado 19 de septiembre de 2024. Mientras que en 1950 una mujer ecuatoriana tenía en promedio 6,8 hijos, en 2024 esa cifra ha disminuido a solo 1,79 hijos por mujer, colocándose por debajo del umbral de reemplazo de 2,1 hijos necesarios para mantener estable la población.

El INEC atribuye este descenso a múltiples factores, entre ellos la priorización del desarrollo personal, la crisis económica y de violencia, el aumento del uso de métodos anticonceptivos y la postergación de la maternidad.

El informe detalla que las provincias presentan marcadas diferencias en sus tasas de natalidad. Pichincha, a pesar de ser una de las provincias con mayor población femenina en edad fértil (19,26%), es la que registra la tasa de fecundidad más baja, con 1,3 hijos por mujer. Galápagos le sigue con 1,5 hijos, mientras que Tungurahua y Cotopaxi se mantienen en 1,6, e Imbabura en 1,7 hijos por mujer.

Por otro lado, la región amazónica refleja las tasas más altas del país, con Morona Santiago a la cabeza (2,5 hijos por mujer), seguida por Orellana (2,4 hijos) y Napo y Pastaza con 2,2 hijos por mujer en 2024.

A pesar de la tendencia actual, las proyecciones del INEC señalan que los niveles de fecundidad se mantendrán en descenso hasta 2034, cuando se estabilizarán en 1,7 hijos por mujer hasta 2050. Este fenómeno plantea importantes desafíos, ya que una población cada vez más envejecida podría generar presión sobre los sistemas de seguridad social y atención médica.

Actualmente, el 8% de la población ecuatoriana tiene más de 65 años, pero se proyecta que este grupo represente el 18% de la población para 2050 si continúa la baja tasa de fecundidad.

Este cambio demográfico está en línea con una tendencia global hacia menores tasas de natalidad, lo que sugiere la necesidad de políticas públicas que se adapten a una población más envejecida y con menor crecimiento.

Share Post
Written by
No comments

LEAVE A COMMENT