Hoy, en las inmediaciones del Ministerio de Energía y Minas, trabajadores y gremios sindicales de la empresa pública Petroecuador se congregaron para exigir al Gobierno y al ministro de encargado, que no se privaticen los campos petroleros, principales generadores de ingresos para el país. Según los manifestantes, ya existen perfiles de empresas extranjeras, algunas presuntamente vinculadas al grupo Noboa, que estarían interesadas en concesionar estos campos.

Además, los trabajadores denunciaron una drástica reducción de $600 millones al presupuesto de Petroecuador, lo que ha afectado gravemente el mantenimiento y operación de las instalaciones. Este recorte, sumado a despidos injustificados de personal, ha intensificado la crisis en la empresa. Los manifestantes aseguran que la pérdida de empleos ha generado incertidumbre y afectado la capacidad operativa de la compañía.

David Almeida, vocero de los trabajadores petroleros, señaló que desde el año pasado el Gobierno ha desatendido los problemas que atraviesa Petroecuador, enfocándose más en su actividad electoral que en las necesidades del sector. Almeida también destacó las graves falencias estructurales en las instalaciones y el mal estado del equipo, lo que ha obligado a los trabajadores a adquirir materiales con su propio dinero para continuar con sus labores.

El plantón tenía como objetivo entablar un diálogo con el ministro de Minas y Energía, sin embargo, este no se presentó. Tras la jornada de protesta, los manifestantes se movilizaron hacia el edificio matriz de Petroecuador, ubicado en la calle Alpallana, para exigir al gerente de la empresa que también atienda sus demandas.

Los trabajadores petroleros consideran fundamental que el Gobierno tome acciones inmediatas para frenar el deterioro del sector, restituir los fondos recortados, y garantizar que los recursos generados por los campos petroleros se mantengan bajo control estatal, evitando su concesión a intereses privados.