Un joven de 20 años, con aspiraciones de convertirse en médico, fue atacado mientras se dirigía a su trabajo en Carcelén Industrial, al norte de Quito, el pasado 30 de enero de 2024. Según relató su padre a LA HORA, mientras Josué G. respondía una llamada en su celular, dos individuos en una motocicleta lo abordaron de manera repentina. Sin darle oportunidad de reaccionar, le dispararon en la cabeza y huyeron con el teléfono móvil.

Josué, quien labora en una farmacia para costear sus estudios universitarios, se debate ahora en estado crítico en el hospital Eugenio Espejo de Quito. Su padre, quien opta por mantener su identidad en reserva, informa que los médicos están supervisando la evolución de la herida en la cabeza y que próximamente determinarán si es necesario someterlo a una intervención quirúrgica.

Entre el dolor, la angustia y la indignación, el padre expresa su deseo de que los responsables sean capturados, subrayando que la violencia de la que fue víctima su hijo podría afectar a cualquier otra persona en el futuro.