Quevedo: Docentes sometidos a extorsión, la educación en peligro bajo la sombra de la violencia

En Quevedo, la violencia se ha infiltrado en las aulas, donde los docentes, que deberían ser guardianes del conocimiento, se ven obligados a enfrentar un enemigo invisible y peligroso: la extorsión. En escuelas como las de la parroquia Viva Alfaro, los educadores se han convertido en blanco de los «vacunadores», hombres armados que exigen pagos de 10 dólares a cada docente. Este pago, aparentemente simbólico, se ha transformado en una carga más que los maestros deben soportar para seguir realizando su labor.
El miedo se ha instalado entre los educadores. Aunque muchos prefieren no denunciar por temor a represalias, los casos de extorsión se repiten a diario. Docentes que, por el simple hecho de ejercer su vocación, se ven obligados a entregar una parte de su sueldo, a veces con el riesgo de perderlo todo si se niegan a pagar.
El ambiente en las escuelas se ha vuelto tenso, con la enseñanza y el miedo conviviendo en las mismas paredes. La violencia ha alcanzado a los centros educativos, lugares que deberían ser refugios de esperanza, pero que se han transformado en campos de batalla donde la extorsión se vive como una pesadilla cotidiana.
Estos casos, que se multiplican en Quevedo y otras zonas de la provincia de Los Ríos, son solo la punta del iceberg. La extorsión a los docentes no solo roba su paz, sino también su capacidad de soñar y de ofrecer una educación de calidad. En muchos casos, los profesores se ven forzados a huir, abandonando el país en busca de un futuro más seguro, dejando atrás años de sacrificio en las aulas y un sistema educativo que se tambalea ante la creciente inseguridad.
Ante esta situación, la Unión Nacional de Educadores (UNE) ha expresado su profunda preocupación y condena, exigiendo medidas inmediatas para garantizar la seguridad de los docentes en todo el país. La UNE ha solicitado a las autoridades que refuercen la protección en las instituciones educativas y que se implementen políticas más efectivas para erradicar la extorsión y la violencia en las escuelas. El gremio educativo destaca que los maestros no solo deben luchar por la calidad de la educación, sino también por su derecho a enseñar en un entorno seguro.
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