La operación de la barcaza flotante contratada por la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) para generar 100 megavatios de energía enfrenta serios retrasos que podrían comprometer su funcionamiento oportuno, originalmente previsto para finales de agosto de 2024.

La barcaza, arrendada a la empresa turca Karpowership mediante un contrato de USD 114 millones firmado el 1 de agosto, debía ser instalada en el sector de Las Esclusas, en el río Guayas. No obstante, problemas relacionados con la morfología del río y la dinámica de sus corrientes han impedido el anclaje, obligando a la construcción de nuevos puntos de amarre, un proceso que podría extenderse entre 15 y 30 días más.

Este retraso ha generado incertidumbre, ya que la entrega de estudios técnicos fundamentales, necesarios para garantizar la seguridad y viabilidad de la instalación, se ha visto afectada. Según fuentes cercanas al proceso, la empresa Karpowership ha estado a la espera de recibir los estudios de suelo por parte de Celec desde el pasado 30 de agosto, un requisito indispensable para proceder con el refuerzo del amarre lateral de la barcaza. Hasta la fecha, no se ha confirmado si estos estudios fueron entregados a tiempo.

El contrato firmado entre Celec y Karpowership estipulaba un plazo máximo de 30 días para la instalación de la barcaza, con posibles sanciones en caso de incumplimiento. Sin embargo, no se han hecho públicos detalles sobre la implementación de dichas sanciones, lo que ha generado críticas sobre la falta de transparencia en la gestión del proyecto.

Un vocero de Karpowership advirtió que, si la calidad del suelo en el sector de Las Esclusas no cumple con los estándares esperados, podrían ser necesarias otras soluciones de ingeniería, lo que avizora aún más demoras en la puesta en marcha de la barcaza.

Este proyecto es crucial para enfrentar el estiaje previsto para el período 2024-2025, por lo que las demoras en su implementación podrían tener repercusiones significativas en el suministro eléctrico del país. Los plazos de referencia del contrato indican que la barcaza deberá operar durante 540 días, tras un período de instalación de 30 días y una eventual desmovilización de 60 días.

La falta de información clara y la incertidumbre sobre los próximos pasos en el proyecto mantienen en alerta a las autoridades y a la ciudadanía, mientras se espera una resolución que permita avanzar en la instalación de esta infraestructura clave para la generación de energía en el país.