En medio de una creciente crisis energética, el gobierno ecuatoriano ha tomado la decisión de alquilar una barcaza de generación eléctrica de la empresa turca Karpowership, una medida que ha generado preocupación y críticas por las condiciones de contratación.

La barcaza, que se espera que ayude a mitigar el probable desabastecimiento de electricidad en el país, fue adjudicada a través de una licitación impulsada por la Corporación Eléctrica de Ecuador (Celec). Sin embargo, el contrato, que tiene un presupuesto referencial de USD 179,3 millones, implica un costo de entre USD 0,14 y USD 0,36 por kilovatio/hora, un precio significativamente más alto en comparación con la generación hidroeléctrica, que oscila entre USD 0,01 y USD 0,03 por kilovatio/hora.

El acuerdo ha sido criticado por sus condiciones que, según expertos, benefician a la empresa turca y perjudican los intereses del país. La barcaza zarpó de Turquía el 16 de junio de 2024, antes de que se lanzara oficialmente la licitación el 23 de junio, lo que ha llevado a acusaciones de falta de transparencia y posibles irregularidades en el proceso de adjudicación.

El contrato establece que la barcaza deberá estar operativa para el 30 de septiembre de 2024, pero solo garantiza un año y medio de operación efectiva. Esto plantea dudas sobre la viabilidad del negocio y el compromiso del gobierno con una gestión energética sostenible.
Además, la dependencia de combustibles importados para la generación de electricidad podría aumentar aún más los costos para los consumidores ecuatorianos, quienes ya enfrentan dificultades económicas en medio de la crisis.

La situación ha suscitado un debate sobre la transparencia en la gestión pública y la necesidad de priorizar los intereses de los ciudadanos en la toma de decisiones críticas. Los críticos advierten que este contrato podría tener un impacto negativo en la economía del país y en la calidad de vida de los ecuatorianos.
El gobierno deberá enfrentar un seguimiento cercano de esta situación, mientras la población espera que se tomen medidas efectivas para garantizar un suministro eléctrico estable y asequible.