María del Carmen, una maestra de 57 años, se encuentra actualmente internada en el Hospital Carlos Andrade Marín, enfrentando una hemorragia cerebral. A pesar de la urgencia de ser intervenida quirúrgicamente, esta dedicada docente, con más de 30 años de experiencia en la educación, no ha podido recibir la atención necesaria debido a la falta de insumos médicos esenciales en la mencionada casa de salud.

La situación crítica comenzó hace 10 días cuando un dolor de cabeza en la escuela se convirtió en una emergencia. María del Carmen colapsó y no pudo soportar el dolor, presentando síntomas gastrointestinales. Desde el 5 de febrero, María del Carmen permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), esperando una operación crucial para retomar su vida.

La problemática radica en la carencia de insumos médicos en el Hospital Carlos Andrade Marín, específicamente la falta de un difusor de flujo necesario para que los coágulos de sangre puedan ser filtrados durante la operación. Esta situación ha impedido la intervención quirúrgica, poniendo en riesgo la vida de la maestra y generando angustia en su familia.

Ante la imposibilidad de recibir la operación en el hospital público, la familia se ha dirigido a centros de salud privados, donde se les ha indicado un costo de $75,000 por el procedimiento. Sin embargo, la familia no cuenta con estos recursos y hace un llamado desesperado a las autoridades para que proporcionen la ayuda necesaria y permitan que la maestra pueda someterse a la intervención quirúrgica.

Esta situación destaca la urgencia de que el Estado abastezca de insumos y aparatos médicos a los hospitales públicos, para garantizar la salud de los ecuatorianos. Además, se plantea la posibilidad de trasladar a la docente a un hospital privado con el respaldo del Estado, en un esfuerzo conjunto para salvar la vida de María del Carmen y velar por la salud de todos los ciudadanos. La falta de acción inmediata podría tener consecuencias graves no solo para la maestra sino para otros ecuatorianos que puedan enfrentar situaciones similares en el futuro.

En este contexto, se subraya la importancia de defender la salud como un derecho humano fundamental. Es necesario garantizar que todas las personas tengan acceso a medicamentos y tratamientos de calidad que permitan mejorar sus condiciones de vida. La situación de María del Carmen evidencia la necesidad urgente de fortalecer el sistema de salud y asegurar que nadie se vea privado de atención médica esencial debido a la falta de recursos o insumos en los hospitales públicos. La defensa de la salud como derecho humano es esencial para construir una sociedad más justa y garante de derechos.