Hoy, 9 de febrero, se cumple un mes desde que el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, declaró el «Estado de guerra» debido a un conflicto armado entre el Gobierno Nacional y la delincuencia organizada, incluido el narcotráfico.

Este conflicto ha sido precedido por una ola de violencia contra el pueblo ecuatoriano por parte de grupos criminales dedicados a la delincuencia organizada y aliados de narcotraficantes. Estos grupos han sido catalogados como terroristas, y se ha desplegado a las fuerzas internas, como la Policía Nacional y el Ejército Ecuatoriano, para contrarrestar los ataques armados de estos grupos delictivos.

Los puntos más importantes para entender este complejo capítulo en la historia de Ecuador son los siguientes:

1. En el año 2020, la violencia perpetrada por grupos narco-criminales aumentó tras el asesinato de Jorge Luis Zambrano, alias «Rasquiña», líder de los Choneros en ese momento. Después de este suceso, la mano derecha de Rasquiña, José Macías Villamar, alias «Fito», tomó su lugar como líder de los Choneros, lo que provocó conflictos internos y divisiones en la organización.
2. El martes 23 de febrero de 2021, se produjo una serie de amotinamientos simultáneos en centros de privación de libertad en Turi (Cuenca), la Penitenciaría del Litoral (Guayaquil) y el centro de privación de libertad de Cotopaxi (Latacunga). Organizaciones criminales como Los ChoneKillers, Los Lobos, los Pipos y los Tiguerones llevaron a cabo una masacre contra miembros de los Choneros como mensaje a su nuevo líder, Fito.
3. El 21 de julio de 2021, ocurrieron nuevamente amotinamientos simultáneos en la Penitenciaría del Litoral y la Cárcel de Cotopaxi, esta vez con Los Choneros perpetrando un ataque contra Los Lobos, dejando 27 reos muertos.
4. Entre septiembre y noviembre de 2021, se registraron dos amotinamientos en la Penitenciaría del Litoral, ambos perpetrados por los Choneros. La primera masacre dejó 123 reos asesinados, y la segunda masacre dejó 65 muertos, ambas dirigidas contra el líder de los ChoneKillers. Las calles de Ecuador se vieron afectadas por los enfrentamientos armados en las cárceles.
5. En abril de 2022, ocurrió una masacre en la Cárcel de Turi, con 20 reos muertos, motivada por un ataque de la banda delictiva R7 contra Los Lobos, antiguos aliados que tomaron el control de Turi durante la masacre de febrero de 2021.
6. En mayo de 2022, se registró una masacre en la cárcel de Santo Domingo de los Tsáchilas, donde la facción de Los Lobos atacó a la facción de los R7, resultando en 44 reos muertos y 220 reos escapados.
7. El 1 de noviembre de 2022, se reportaron ataques en Guayaquil y Esmeraldas que dejaron 5 agentes policiales muertos.
8. El 9 de agosto de 2023, el candidato presidencial Fernando Villavicencio fue asesinado después de un mitin político al norte de Quito. Días después, las personas implicadas fueron capturadas, pero 7 de los 13 detenidos fueron asesinados en las cárceles donde se encontraban.
9. Entre el 1 y el 8 de enero de 2023, Fito se fugó de la Penitenciaría del Litoral, siendo declarado una de las personas más buscadas.
10. El 9 de enero de 2023, un grupo de presuntos miembros de los Choneros ingresó de manera arbitraria con armas al edificio de TC Televisión, tomando como rehenes a periodistas y personal del canal. Más tarde, la Policía Nacional logró neutralizar al grupo armado, liberando a los secuestrados. Este incidente conmocionó al país, desencadenando ataques con bombas fuera de Unidades de Policía Comunitaria y edificios de empresas públicas, así como secuestros y asesinatos de policías y guías penitenciarios. Ante estos hechos, Daniel Noboa declaró un conflicto armado interno, permitiendo que las Fuerzas Armadas salieran a patrullar y controlar la situación en las calles y cárceles junto a la Policía Nacional.

Desde la declaración de conflicto interno hasta la actualidad, los grupos delincuenciales han planeado y ejecutado diversos ataques armados, mientras que otros grupos han sido neutralizados. Además, varias cárceles han sido recuperadas por las Fuerzas Armadas, y los servicios de salud y educación han sido fuertemente afectados debido a las constantes amenazas, tanto al personal médico como a los profesores.